miércoles, 6 de julio de 2011



Largos son los pasos

que de mí dista tu cuerpo,

sobre el lecho yacente

de telas bordadas.


Como súbito aliento

que de tu imagen proviene,

alcanza mi piel

tu aterciopelado tacto.




lunes, 4 de julio de 2011





Las lágrimas que emanan de mí

ya no son agua,

son cristal.

Las lágrimas que lloraba un día

más no caerán,

pues ya son risa.

domingo, 3 de julio de 2011




Verdes hierbas llameantes

de un fresco jardín.

Rojo ladrillo y cobrizo

de muro solariego.

Piedra blanca y gris

de tierra firme y ruda.

Cálidos rayos de sol

en una mañana fría

                                   de invierno.


                             ¡Qué noble imagen,

                                noble estancia!

                                 Dichoso lugar

                                en el que estar.



jueves, 30 de junio de 2011

Sueño de Cisne

Hace un tiempo escuché esta melodía de Camille Saint-Saëns, Le cygne (El cisne) uno de los más famosos movimientos de su suite Le carnaval des animaux (El carnaval de los animales).


Me pareció toda una pequeña poesía musical, y ello me inspiró para transformar sus notas en palabras.



Sueño de Cisne


Replegaba las alas

y se venía a posar

sobre el lago de cristal

con suavidad envidiada.


De silfo su cuello

sobre sí se contrae

y descansa el ave

la cabeza en el cuerpo.


Sus ojos se cierran,

se va a soñar.

Como paisaje en que nieva

sus plumas caerán.






martes, 28 de junio de 2011


Empezar algo nunca es fácil. Mucho menos si se está sólo en la nueva aventura. Sin embargo, supone una oportunidad extraordinaria para disfrutar al mismo tiempo de los sentimientos de osadía, en tanto que no hay nada que perder; y de inquietud, ante el deseo de triunfar (tal vez si nuestras miradas son más humildes cabría más decir sobrevivir).

Empezar algo nunca es fácil, en cualquier caso. Y es que desconocemos el rumbo y la meta que tomará ese primer paso, inseguro y tímido, idea y proyecto en una misma acción, primera singladura de un largo periplo.

Pero sin comienzo no hay destino, y sin destino no hay recompensa, ni satisfacción ni gloria. Sin destino no se encuentra, por tanto, la plena felicidad de la autorrealización, de la independencia.

Sin comienzo no hay camino; sin camino, final. Y al andar se hace el camino.

Así pues,

Adelante.